Estoy aprendiendo a soltar, a perdonar…

🧠 Análisis:

💬 «No me pienso quedar en este dolor para siempre.»
Empiezas reconociendo el dolor, sin negarlo, pero también marcando una decisión: esto no es un lugar para quedarse. Muchas personas se quedan ahí por años, pensando que sanar es traicionar lo que dolió. Pero no, sanar es honrarlo y seguir.

🕯 El dolor no se elige, pero quedarse ahí sí.


🕊 «Estoy aprendiendo a soltar, a perdonar… no por lo que pasó, sino por lo que quiero empezar a vivir.»
Aquí cambia el enfoque. No se trata de justificar lo que ocurrió, sino de liberarte para poder avanzar. Perdonar no borra el pasado, pero sí abre espacio para un futuro que no se construya desde el resentimiento.

💡 Perdonar no siempre es por ellos… muchas veces es por ti.


🪶 «Porque hay un momento en el que el alma se cansa de cargar, y empieza —por fin— a dejar ir.»
Este cierre es el punto de inflexión. El alma también se agota. Y cuando ya no puede más, el cuerpo, la mente, todo pide descanso… paz. A veces no lo decides con la cabeza, lo decide la vida por dentro: ya basta. Es momento de soltar.

🌱 Dejar ir no es perder. A veces, es la única forma de volver a vivir.


✅ Conclusión:

Esta frase no empuja a sanar a la fuerza, no exige perdón inmediato. Lo que hace es acompañar con verdad. Le habla a quienes están cansados de cargar, pero no sabían que podían soltar.
Es perfecta para personas que siguen en proceso… y ya están empezando a mirar hacia adelante.